martes, 18 de junio de 2013

LECCIÓN N°18 : COMPRENSIÓN ANALÓGICA DE LA LECTURA.


COMPRENSIÓN ANALÓGICA DE LA LECTURA.

RESUMEN.-  Análisis: Con está lección en el proceso de la comprensión de la lectura. Ahora buscamos ampliar estrategias de la lectura con el uso del proceso de analogía y extraer las ideas esenciales.

PRACTICA DEL PROCESO.

Lee el escrito y completa la figura que se ofrece después de éste.

 EJERCICIO 1 :

“Estudiante no hay camino, se hace camino al andar.”1

A algunas personas se nos dificulta el leer, no importa el tema del que trate el texto, ya sea un texto científico o un texto recreativo. Algunos otros pensamos que la lectura sólo consiste en pasar la vista por los caracteres impresos del texto. Y otros más nos damos por vencidos y mejor ya ni leemos.
¿Por qué se nos dificulta tanto la lectura? ¿Es la lectura tan aburrida como imaginamos? Estas son algunas de las muchas preguntas que nos formulamos constantemente, cuando tal vez la pregunta correcta a formularnos sea ¿Realmente sé como leer?. Y posiblemente la respuesta a esta pregunta sea: no.
El leer es una de la actividades más reconfortantes que existen. Esta nos transporta a mundos que jamás habríamos imaginado antes, nos muestra y nos enseña cosas que de ninguna otra manera aprenderíamos.
La lectura crítica, escribe Eugenio Núñez Ang, “exige una actividad intelectual que permita la manipulación de conceptos para la construcción de nuevos sentidos o fundamentalmente, la apreciación y adquisición de un conocimiento que tenga valor personal para cada lector.”
En este escrito se presentan varios métodos de comprensión de lectura. En general todos los métodos son muy parecidos entre si, pero tal vez alguno de ellos ayude a que aprendamos a leer analógica y críticamente. Y poder así implementar este tan útil hábito en nuestras vidas.
¿A que se refiere el escrito?.
 A los estudiantes y los caminos que tienen en la vida. 
¿Qué infiere?.
El leer es una de la actividades más reconfortantes que existen. Esta nos transporta a mundos que jamás habríamos imaginado antes, nos muestra y nos enseña cosas que de ninguna otra manera aprenderíamos.
EJERCICIO  2 :

EL BÚHO QUE QUERÍA SALVAR A A HUMANIDAD.


En lo más intrincado de la Selva existió en tiempos lejanos un Búho que empezó a preocuparse por los demás.                                                               
En consecuencia se dio a meditar sobre las evidentes maldades que hacía el León con su poder; sobre la debilidad de la Hormiga, que era aplastada todos los días, tal vez cuanto más ocupada se hallaba; sobre la risa de la Hiena, que nunca venía al caso; sobre la Paloma, que se queja del aire que la sostiene en su vuelo; sobre la Araña, que atrapa a la Mosca y sobre la Mosca que con toda su inteligencia se deja atrapar por la Araña, y en fin, sobre todos los defectos que hacían desgraciada a la Humanidad, y se puso a pensar en la manera de remediarlos.                                                                                                   
Pronto adquirió la costumbre de desvelarse y de salir a la calle a observar cómo se conducía la gente, y se fue llenando de conocimientos científicos y psicológicos que poco a poco iba ordenando en su pensamiento y en una pequeña libreta.
De modo que algunos años después se le desarrolló una gran facilidad para clasificar, y sabía a ciencia cierta cuándo el León iba a rugir y cuándo la Hiena se iba a reír, y lo que iba a hacer el Ratón del campo cuando visitara al de la ciudad, y lo que haría el Perro que traía una torta en la boca cuando viera reflejado en el agua el rostro de un Perro que traía una torta en la boca, y el Cuervo cuando le decían qué bonito cantaba.
Y así, concluía: “Si el León no hiciera lo que hace sino lo que hace el Caballo, y el Caballo no hiciera lo que hace sino lo que hace el León; y si la Boa no hiciera lo que hace sino lo que hace el Ternero y el Ternero no hiciera lo que hace sino lo que hace la Boa, y así hasta el infinito, la Humanidad se salvaría, dado que todos vivirían en paz y la guerra volvería a ser como en los tiempos en que no había guerra.”


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